Familia y Educación

La Tradición católica enseña que la familia tiene una misión educativa propia y original que viene de Dios. "Puesto que los padres han dado la vida a sus hijos, tienen la gravísima obligación de educar a la prole, y, por tanto, hay que reconocerlos como los principales educadores de sus hijos".

Los padres tienen el derecho y deber de escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos, la formación moral y religiosa que esté de acuerdo con sus propias convicciones, a elegir el tipo de estudios y escuelas a tal fin, y a ser considerados miembros de la comunidad educativa.

A su vez tienen el deber de no desentenderse de la escuela, asumiendo y viviendo plenamente sus responsabilidades educativas, viendo en la escuela una colaboradora y no una sustituta de su misión.

Al confiar sus hijos a la Escuela Parroquial, los padres aceptan los principios educativos formulados en este Ideario, y se esforzarán en conocer más profundamente el proyecto educativo del colegio.